WASHINGTON - El Senador Bob Menéndez (D-N.J.), Presidente del Comité de Relaciones Exteriores en el Senado, emitió las siguientes declaraciones en respuesta a los cambios anunciados por la Administración Biden en la política de Estados Unidos hacia Cuba:
“Mientras el régimen de Díaz-Canel continúa su despiadada persecución de innumerables cubanos por participar en las manifestaciones pro-democracia del año pasado, corremos el riesgo con este anuncio de enviar el mensaje equivocado, a las personas equivocadas, en el momento equivocado y por todas las razones equivocadas.
“Estoy muy perturbado de enterarme que el gobierno de Biden autorizará viajes en grupo a Cuba a través de visitas que siempre han sido equivalentes a turismo regular. Para ser claros, aquellos que todavía piensan que el aumento de viajes a Cuba fomentará la democracia en la isla niegan la realidad de la situación insolentemente. Durante décadas, el mundo ha viajado a Cuba y nada ha cambiado. Durante años, los mismos Estados Unidos redujo absurdamente las restricciones de viajes con el argumento de que millones de dólares estadounidenses ayudarían a lograr la libertad en Cuba y nada cambió. Y como advertí en aquel entonces, el régimen optó por reírse ante cualquier promesa de relajar su control sobre el pueblo cubano y terminamos ayudando a financiar la maquinaria que sostiene su continua opresión.
“Al igual, también me preocupa la forma en que el Departamento de Justicia ha presentado informes legales en el último mes que parecen estar intentando socavar la implementación de la Ley LIBERTAD. El régimen cubano ha tratado por décadas de sacarle provecho a las propiedades que le confiscó a miles de cubanos y cubano-americanos. Al debilitar la responsabilidad legal de las empresas que hacen negocios con el régimen cubano para utilizar estas propiedades, es cada vez más probable que estas empresas extranjeras sigan traficando con propiedades robadas sin consecuencia alguna.
“Aun así, me complace ver que la Administración Biden mantendrá la Lista Restringida de Cuba del Departamento de Estado. Al igual que hemos visto en la Rusia de Putin, el régimen de Díaz-Canel también está utilizando su poder para perpetuar el ascenso de una nueva clase de oligarcas con vínculos a los militares cubanos, y Estados Unidos debe tomar medidas significativas para impulsar la desmilitarización de la economía cubana. También doy la bienvenida a la decisión de la administración para reiniciar el Programa Cubano de Parole de Reunificación Familiar, un paso muy necesitado para fortalecer los lazos entre las familias cubanas en la isla y en los Estados Unidos.
“En resumen, todas las falsas promesas de cambio en la isla nunca ocultarán la brutalidad de las propias palabras que el mismo Che Guevara señaló ante las Naciones Unidas en 1964: ‘fusilamientos, sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando’. Ninguna frase sintetizará mejor la verdadera naturaleza de este régimen. Durante más de sesenta años, las mareas del romanticismo hacia Cuba han ido y venido, pero siempre se han estrellado con fuerza contra las rocas de la dura realidad del pueblo. Hoy debe representar otro recordatorio de que debemos basar nuestra política en esa realidad, reafirmar el compromiso indiscriminado de nuestra nación de luchar por la democracia desde Kiev hasta La Habana, y dejar claro una vez por todas que nuestro éxito se debe medir con libertad y derechos humanos y no con dinero y comercio”.
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Chairman Menendez Statement on Changes to U.S.-Cuba Policy
WASHINGTON – U.S. Senator Bob Menendez (D-N.J.), Chairman of the Senate Foreign Relations Committee, issued the following statement on the Biden administration’s announcement of changes to U.S. policy towards Cuba:
“As the Diaz-Canel regime continues its ruthless persecution of countless Cubans from all walks of life for their participation in last year’s pro-democracy uprising, today’s announcement risks sending the wrong message to the wrong people, at the wrong time and for all the wrong reasons.
“I am dismayed to learn the Biden administration will begin authorizing group travel to Cuba through visits akin to tourism. To be clear, those who still believe that increasing travel will breed democracy in Cuba are simply in a state of denial. For decades, the world has been traveling to Cuba and nothing has changed. For years, the United States foolishly eased travel restrictions arguing millions of American dollars would bring about freedom and nothing changed. And as I warned then, the regime ultimately laughed off any promises of loosening its iron grip on the Cuban people and we ended up helping fund the machinery behind their continued oppression.
“In that vein, I have also been concerned to see the Department of Justice submit legal briefings in the last month that seem intent on undermining the implementation of U.S. law under the LIBERTAD Act. For decades, the Cuban regime has sought to profit off the properties it confiscated from thousands of Cubans and Cuban Americans. By weakening the legal liability for companies that partner with the Cuban regime to use these properties, it is increasingly likely that foreign companies will continue trafficking stolen properties without consequences.
“I am pleased, however, that the Biden administration will maintain the State Department’s Cuba Restricted List. Just like we have seen in Putin’s Russia, the Díaz-Canel regime is also using his stranglehold on power to perpetuate the rise of a new class of oligarchs with ties to the Cuban military and the United States must take significant steps to push for the demilitarization of the Cuban economy. I also welcome news that the administration is restarting the Cuban Family Reunification Parole program, an overdue step to strengthen the ties between Cuban families on the island and in the United States.
“All the empty hope for change can’t hide the brutality of the declaration Che Guevara made before the United Nations in 1964: ‘we have executed people, we execute people now and we will continue executing people for as long as we deem necessary.’ No words better sum up the true nature of this regime. For over sixty years, the tides of romanticism toward Cuba have come and gone, but they’ve always crashed hard against the rocks of reality. Today is another reminder that we must ground our policy in that reality, reaffirm our nation’s indiscriminate commitment to fight for democracy from Kyiv to Havana, and make clear we will measure our success in freedom and human rights and not money and commerce.”
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